En el seno del Partido Demócrata Cristiano COPEI, se reconocen las fortalezas de la educación universitaria en Venezuela. No obstante, también se precisa la necesidad de enfocar y dirigir los esfuerzos académicos hacia los sectores claves del territorio nacional, que deben ser atendidos prioritariamente para así garantizar el desarrollo productivo de la República.
Es por ello que la Agenda Venezuela Cambia Por la Venezuela Posible contempla una educación universitaria de calidad y dirigida al desarrollo productivo y progresivo que beneficie a toda la población en los distintos rincones de la geografía.
Zapatero a sus zapatos, profesionales a sus regiones y necesidades
El abogado y profesor universitario Carlos Martínez Ceruzzi es el subsecretario nacional de Políticas Públicas y Acción Social de COPEI.
También es uno de los artífices de la Agenda Venezuela Cambia Por la Venezuela Posible.
Martínez reitera la importancia de ampliar la oferta de carreras orientadas al Desarrollo Productivo de acuerdo a los requerimientos de cada región.
A su juicio, cada una debe tener su propio requerimiento de Talento Humano, que dependerá de los sectores productivos que se deben desarrollar.
En efecto, la Región Andina y Llanera, por ejemplo, requieren de ingenieros agrónomos especializados por cultivo y ganadería; la Región Costera centro occidental y oriental, requieren de ingenieros especializados en la producción de todas las variedades acuíferas, explicó.
Profesionales para resguardar el “Oro Azul y Negro” de Venezuela
El académico y jurista, destaca que las profesiones vinculadas a las áreas agronómicas del país no funcionan aisladas, sino están estrechamente relacionadas con otras especialidades.
“En todos estos espacios acuíferos, por ejemplo, se necesitan licenciados en Administración Hotelera para el fortalecimiento y la adecuada gestión de la industria turística que es nuestro Oro Azul”, señaló.
En tal sentido, añadió que la Región Zuliana y la Guayanesa requieren de ingenieros petroleros actualizados que participen en todo el proceso productivo de esta industria, tanto para el sector estatal como para el sector privado en asociaciones estratégicas y empresas mixtas.
“En definitiva, la inversión en educación para el desarrollo productivo especializado en ciencia y tecnología; es decir, en ingeniería, es crucial para alcanzar los objetivos económicos de la Agenda Venezuela Cambia Por la Venezuela Posible (AVC-PVP)”, indicó.
Menos cantidad con calidad para insertar a jóvenes profesionales al mercado laboral
La AVC-PVP propone disminuir el tiempo de graduación de licenciaturas relacionadas con la producción y la tecnología de cinco (5) a cuatro (4) años, otorgando el título de Técnico Superior Universitario (TSU) a mitad de la carrera, a fin de que puedan ingresar al mercado laboral.
Al respecto, el profesor Martínez ratifica su posición de estar de acuerdo con la reducción de las carreras universitarias a ese periodo, porque en su opinión esa es la tendencia mundial dada la alta especialización tecnológica del conocimiento.
“En efecto, en Estados Unidos las carreras duran tres años, y luego la especialización tecnológica es de un año y medio incluida la Tesis. En la UCAB (Universidad Católica Andrés Bello) de Caracas ya están haciendo la reformulación de Programas para otorgar títulos de TSU a mitad de carrera, para que los profesionales sean incorporados de una vez al mercado laboral”, afirmó.
El académico considera no menos importantes las carreras humanísticas, como lo son educación, cultura, artes, filosofía, historia, geografía y comunicación social.
“Son muy importantes también para el desarrollo de la humanidad y de las sociedades, y las carreras pueden ser de cuatro años, preservando los tres años de Doctorado para quienes se quieran dedicar a la investigación y docencia. La misma vigencia de las humanidades la tienen las carreras de ciencias sociales, lo único que, para sectores productivos priorizados, debe haber también una inversión priorizada en el área de las diferentes ingenierías”, acotó.
Los programas de becas estimulan la forja de profesionales universitarios
El jurista y militante copeyano resaltó la importancia de que en los países existan los programas de becas como un paliativo ante los niveles de pobreza en Venezuela que, según precisó, alcanza alrededor del 86 % de la población.
“Muchos jóvenes necesitan de financiación para culminar su carrera universitaria, incluso dentro del país, tanto en universidades privadas como públicas, que también se han hecho costosas, y la Democracia Cristiana cree en la Justicia Social y el Bien Común”, reivindicó.
Becas internacionales. Asimismo, comentó acerca de las bondades de las becas internacionales que, según explicó, son grandes beneficios, especialmente para los estudios de postgrado.
“Estos actualizan al profesional en la tecnología imperante en los centros de poder mundiales, no sólo en Occidente sino también en los países BRICS”, refirió.
La educación es la principal riqueza de las naciones
Finalmente, el subsecretario nacional de Políticas Públicas y Acción Social de COPEI enfatizó sobre el importante rol de la educación en Venezuela.
“La educación es lo principal en el desarrollo de un país, porque el talento humano en una sociedad tecnológica del conocimiento y la información, es fundamental en el mundo de hoy, para garantizar la productividad, competitividad y calidad, en todos los procesos productivos contemporáneos; pero para eso, el Estado debe garantizar el respeto a la seguridad jurídica de la inversión de los sectores empresariales privados, que permitan el aumento sostenido del salario real dentro de la nación”, subrayó.